El mar se enrabieta, la espuma salta sobre los rompeolas de mi alma, la gran manzana sigue podrida, sigo mirando hacia la noche en busca de soluciones, tengo la mente atareada con crucigramas que se enredan en mi almohada, mis sueños caminan siempre hacia los precipicios.
Me he ido y no pienso volver, un camino clandestino, siempre sonriendo hacia lo que llegará, ilusionado, saltando en los charcos, amaneciendo bajo los efectos de la Luna, partiendo la piedra con la que tropiezo, unas veces pierdo otras venzo. No soy lo que ves, no soy lo que digo, ni lo que hago, soy lo que siento y lo que amo, son secretos confiscados, al alcance de las Estrellas. Un Susurro que ha cautivado Mis Infiernos.