miércoles, 20 de enero de 2016

Historia de un Alma





Ella estaba sentada bajo un Cielo Negro, seguía mirando al Camino, a la espera como si nada. Sentía una llamada en el fondo de su conciencia. Quería ser libre y el Mundo siempre la esclavizaba. Quería contestar pero no se atrevía, soñaba pero rápidamente se despertaba. Algo parecía acercarse tras el Túnel del descampado. Eran las 00: 25 y a nadie esperaba. Caía la helada y alguna Estrella siempre brillaba. Estaba tan harta de mirar el Suelo que ya sabía situarse sin apenas tropezar con las piedras que poblaban aquel rincón  sin verde. Siempre quiso escapar de aquellos lugares, siempre sentía que lo que llegaba a sus oídos eran palabras insustanciales, mentiras vertidas con malos fines, debes hacer lo que yo te diga, debes pensar lo que yo piense, debes buscar lo que yo busco...demasiado habían pensado por ella ya. Eso tenía que terminar. Eran las 00:26 y ese minuto insignificante para la humanidad fue el más importante de su vida. No llegó nadie desde el otro lado del Túnel, entro ella. Decidió avanzar por su propio camino, saltar todo lo que se ponía por su camino, aquella verja con alambres de espino que dejó cicatrices que aun hoy día  la marcan, decidió dormir siempre bajo Estrellas sintiéndose cada Noche más cerca de ellas. Decidió guardar un Rincón en su Camino para su Familia impregnado siempre de Recuerdos. Algunas tortugas al nacer se pierden, andan hacia la luz que despiden las ciudades y mueren. Eso no podía pasarle a ella. Ella buscaba el Mar. Ella decidió hacer de todo un Juego de Niños, incluso después de años siguió pisando charcos. Ella sigue su Camino que es el Mio. De Tortuga a León Marino, de Nemo a Pingüino.
Ella puede que nunca llegue a volar pero estará cerca. Al menos eligió el camino acertado, no seguir falsas luces artificiales...



miércoles, 13 de enero de 2016

Free



Hoy el Sueño se ha apoderado del resto. Hoy el mar se ha despertado perfecto. Témpanos de mercurio  reflejados en golpes Atlánticos. El disparo que nunca fue certero. Ni ojo ni bala. Siempre semicerrados. Mecanismo de autodefensa para no recibir daño, mandar a todos lejos de mis latigazos, exiliado no refugiado proscrito no maldito. Voy sin riendas, sintiendo el viento bajo la Luna Llena, enmudeciendo las voces que aparecen al despertar. Paseos hacia no se donde. No me he lavado la cara y ya me estoy precipitando en mis vórtices. Saltando la Verja como en Ceuta. En mi Mente no hay Fronteras...