Ahora que suenan todas las alarmas el Mundo se calla. La Tormenta estalla, ahora que el Cielo gris se adueña del momento, el pulso se acelera, el viento se levanta, los rayos caen, el mar se enturbia, un segundo, dos segundos, tres segundos, el trueno rompe el cielo, cada vez más cerca, el mar susurra y me reclama, el Hijo Prodigo Vuelve a Casa, ocho de la mañana y esas voces no se callan, ojos brillantes, son estrellas. Atrapado en una espiral de escaleras, no importa que más da, siempre quebranto mis condenas, no razono sufro terremotos cerebrales, mi mirada hoy es una agujero negro que devora las Galaxias, descifra las palabras y te daré alas.
Escapa, vuela, esquiva su metralla.
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