Somos mensajes que se autodestruyen, invocados por números ocultos, llamadas no cogidas, sueños elevados tras la niebla. Despertarse con un nudo en la garganta, no sólo las arañas tejen su tela, otros hilos nos atan como cuerdas. En Busca del Laberinto para que este juego nunca termine. Capturando cada segundo sin emitir ninguna señal, no localizable, disléxico en amores, las flores llegan cuando han muerto, un paso al otro mundo, pasos y más pasos...
Una bala y un camino.
Una bala y un camino.
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