Te miro y sueño. Un suspiro bajo una manta. El final adelantado que todos esperaban. El arma siempre estaba cargada. Aquella mirada que parecía olvidada. Aquel latir psicópata que no dejó testigos. Calibre 32 para que nada de vueltas, no perderé el tiempo en llorar antes de que todo acabe, el lobo negro se adueñó del camino, pensamiento firme como un volante a doscientos, gestos secos como los te quiero forzado, estar tranquilos, no encontraréis el Camino, cuanto más sólo peor acompañado ,no sabéis quién soy ni lo que dentro de mi grita...y a pesar de todo sonrío, ni yo mismo podré conmigo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario