Es un mundo que no existe, es una ventana abierta que sólo está en mi mente. Es magia esparcida en los cristales. Noches llenas, días vacíos. Puedo hablar pero siento que nadie entiende. Pasan las Noches buscando aparcamientos sin farolas, no hay luz , sólo vaho en los cristales. Ningún te quiero escrito en el despertar, dos relojes, los dos rotos. Uno intento dar marcha atrás, el otro quiso parar el parar el tiempo. Pero esta Noria no para sigue girando. Las mismas horas se repiten. He perdido el miedo que creí que no tenía…Apostando al Siete, veo mi vida rebotando como los dados…Lobo Negro, Lobo Blanco, ambos hambrientos. Ambos despiadados.
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